Un testimonio de MARTA NAVARRO
Mi corazón no estaba bien de la cabeza,
y ésta es mi historia:
Esta es la historia de una chica que creía que amaba mucho. Siempre entregaba todo su amor y atención y a su vez siempre estaba insatisfecha. Simplemente no era feliz, no recibía a cambio lo que ella esperaba, se decepcionaba y le parecía estar recibiendo tan solo las migajas del amor de otros.
No sabía qué pensar, pero pensaba muchas cosas: la vida es injusta, ¿tan poco valgo?, no me valoran, soy débil, no soy guapa, no soy suficiente, no merezco su amor, no merezco el amor de nadie.
Toda su vida estaba centrada en merecer e intentar hacer cosas para conseguir el amor pleno del otro.
Es un espeluznante cuadro ¿verdad? Sobre todo ,acarrea muchos problemas de salud. Salud mental y también física.
Es un círculo vicioso, un patrón que se reproduce. Es la misma historia repetida con unos cuantos hombres diferentes,
La chica culpa siempre al otro desde una postura victimista, insegura y acomplejada. Le culpa de no quererla suficiente, o de no valorar los esfuerzos que ella hace por “él”.
Ella sufre muchísimo, se siente despreciada, ninguneada, no puede evitarlo... Pero se aferra a esa relación.
Llegados a este punto, esta chica después de actuar así durante años, tiene a sus espaldas lo siguiente: depresión, crisis de ansiedad, episodios de migraña y dolores fuertes de espalda. También una gran inseguridad, una inmensa coraza y mucho miedo a sufrir.
Nuestra heroína tocó fondo de forma espectacular
Parece irreversible ¿ verdad? Parece incluso una forma de vivir que vemos constantemente. Una actitud que se apoya y se anima, porque ella- ¡pobrecita!- es una víctima de su pareja, de su entorno, del mundo en general...
Pobrecita... cuánto sufre y ha sufrido.
Parece irreversible, pero prácticamente nada lo es, y este caso no es distinto.
SE PUEDE SALIR DE ESTE CIRCULO VICIOSO AUTODESTRUCTIVO Y SÓLO PUEDE HACERLO UNO MISMO.
¿Cómo salió ella? Se dio cuenta.
Y cuando se dio cuenta no miró hacia otro lado o puso excusas como siempre, no se mintió a si misma.
Lo vio claro y le espeluznó el daño que había sido capaz de hacerse a si misma y a su entorno.
Los primeros pasos:
-La autoestima. Justamente admitió que no se quería, y se expresó la voluntad de quererse.
-Admitió la dependencia emocional y diferenció: el amor y el apego son cosas distintas. El amor es pleno y busca dar, el apego busca llenar un vacío, recibir.
-Aceptó el vacío que albergaba. Se dio cuenta que pretendía que otros llenaran ese vacío causado por la falta de amor propio, imposible de llenar de manera externa. Para los demás era un pozo sin fondo desesperante.
-Se dio cuenta y admitió su fantasía infantil de ser rescatada de su propio “infierno” por otros.
-Empezó a vivir de dentro hacia fuera, quiso aprender a dar sin esperar nada a cambio.
-Y en definitiva empezó a RESPONSABILIZARSE de su propia vida y de las cosas que le pasaban.
Enseguida desaparecieron los episodios de migrañay las crisis de ansiedad. ¿ Y la espalda? Siguió doliendo… pero no tanto. Ganó algo de seguridad, la coraza adelgazó, y el miedo a sufrir hacía pequeñas apariciones pero ni de lejos era una constante.
Más tarde ya sabía mimarse sin sentirse culpable, sabía gozar de la vida y de las personas, sonreía de forma natural, y empezaba a confiar en la vida.
Y un día descubrió que ya caminaba a zancadas hacia la seguridad. Y la coraza se hizo humo, disipándose...
Llegados a este punto, no hace falta decir quién es esta chica, aunque seguramente es una historia muy común. Expresada en tercera persona porque mi propia historia me queda lejos en experiencias, aunque no tanto en tiempo.
Puedo ver hoy cuanto he aprendido de otros y de mi misma y cuanto me queda por aprender.
Dos de las mejores lecciones, han sido APRENDER A AMARME y APRENDER A AMAR SANAMENTE. Estas dos lecciones van juntas de la mano y no sobreviven por separado.
Termino igual que he empezado, con la frase motivadora de compartir brevemente una experiencia y, concluyendo así , me reafirmo en que...
No hay amor suficiente capaz de llenar el vacío...
... de una persona que no se ama a sí misma.